Probablemente sabías que empleamos varios momentos al día para entretenernos por medio de las pantallas digitales. Tal vez, lo que no sabías es que no son simplemente “algunos momentos del día”.
Los adolescentes en un día cotidiano emplean 9 horas de su vida a estar frente a pantallas digitales, por varios medios: celular, tablet, ver películas y series en Netflix, ver Televisión, etc.
El mundo tecnológico es el intermediario dominante en su cotidianeidad y genera que muchos de ellos simplemente lo utilicen hasta cuando no tienen realmente ganas de usarlo. Es una costumbre inconsciente, que simplemente por ver la hora de su dispositivo móvil (221 veces al día en promedio), se quedan luego, un tiempo largo viendo contenido tal vez irrelevante. ¿A quién no le ha pasado?
Los niños, también hacen uso de estas pantallas. Es muy común ver a bebés y niños entretenidos con el celular de su mamá viendo videos de la granja en YouTube. Pero, ¿Cuántas horas en promedio terminan encadenados a este hábito? Pensarás que menos horas que los adolescentes, pero no, los niños pasan en promedio 8 horas diarias entre los diferentes dispositivos. Casi no hay diferencia.
Las consecuencias visuales son las más graves y palpables, pero hay otras, como:
Ya hablamos de que la luz azul afecta la salud visual de las personas que se encuentran expuestas durante largas horas frente a pantallas digitales.
Esta situación es alarmante, porque ya se puede detectar un aumento en los casos de miopía en niños y adolescentes.
De hecho, el colegio de ópticos, asegura que para el año 2020, 1 de cada 3 adolescentes argentinos va a presentar miopía debido al mal uso del celular, fundamentalmente.
También, pueden generarse enfermedades como la degeneración macular senil (DMAE) y cataratas incipientes.
En el día a día, este abuso que hacemos de los dispositivos electrónicos, nos traen síntomas palpables en nuestra vida diaria, tales como:
No podemos eliminar la tecnología de nuestras vidas, pero sí podemos usarlas con responsabilidad.
Se debe disminuir la cantidad de horas que empleamos en el mal uso de la tecnología, eliminando esos ratos de ocio que realmente son innecesarios y cambiarlo por actividades que no impliquen mirar una pantalla digital.
Para los momentos que utilizamos nuestros dispositivos, se debe proporcionar alivio a nuestra visión impidiendo que la luz azul llegue a nuestro cristalino para evitar que nos dañe la visión. ¿Pero cómo?
Esta simple acción impide que las consecuencias visuales se impongan en nuestro futuro. Resolverlo es muy simple y sirve tanto para personas que ya tienen problemas visuales y utilizan anteojos con graduación, como personas que gozan de una perfecta visión y quieren proteger sus ojos. Esto se logra, a través de:
Es un filtro que impide el paso de la luz azul, eliminando todas las molestias diarias que genera la exposición frente a nuestras pantallas e impide que nos traiga consecuencias negativas en un futuro.
También proporciona una notable reducción del brillo, relajando la mirada y ayudando a que nuestros ojos no realicen demasiado esfuerzo. No se modifican los colores, por el contrario, las imágenes se ven más nítidas.
La protección en la retina, que ofrece el Blue Light Cut, proporciona beneficios ópticos a largo plazo que traen como resultado, evitar la degeneración macular senil (DMAE) y las cataratas incipientes.
Este beneficio, es posible para todos. Ya que las personas que utilizan anteojos recetados pueden añadirel filtro fácilmente en sus lentes y las personas que quieran proteger su visión aunque no necesiten utilizar anteojos, pueden hacerlo a través de Blue Light Cut para eliminar los síntomas incómodos que se perciben día a día.
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